Esta guía te traerá consejos prácticos para obtener un completo control de las épocas y los tratamientos que son importantes para mantener un estado óptimo de la viña.
Aunque la poda de la viña se puede desarrollar antes, es esencial podar en Enero, el mes más frío, el más adecuado para la preparación de la viña, aunque sí que es verdad que la poda de la viña, se puede realizar antes, siempre dependerá de la zona donde nos encontremos.
En Febrero, es el mes de planificar la nutrición, dentro de los tratamientos en viña, el mes de febrero destaca por empezar en muchas parcelas la aplicación de abono de fondo. Esta acción está pensada para aquellas viñas que no tienen riego mediante goteo y se cultivan en secano.
La elección de un fertilizante u otro, dependerá sobre todo de la concentración de potasio que tengamos en el suelo. Si hemos aportado materia orgánica hace poco, utilizaremos complejos con menos del 15% de potasio.
En la mayoría de zonas, marzo es la época donde empieza a subir la temperatura y con ello empiezan las nuevas brotaciones. las viñas tardías todavía se encuentran en una fase de letargo invernal. Para las primeras brotaciones, se pueden realizar los primeros tratamientos contra oidio a través de azufre espolvoreado.
Además de las posibles enfermedades que pueda tener nuestra viña, es importante protegerla de las heladas que tenemos durante estos meses, y es que aunque utilicemos diferentes tipos de fertilizantes, cuando las temperaturas bajan pueden quemar tanto las bayas como el fruto. Es por ello que, es importante proteger las viñas con Sistemas Antihelada.
En abril, tenemos que estar con los tratamientos foliares, el número de plagas como castañeta, gusanos grises etc. tenemos que empezar a tratarlos.
en el mes de mayo, hay una gran actividad vegetativa, teniendo la viña en plena producción de hojas y tallos verdes. en este mes, es común encontrarnos con la clorosis férrica, nos daremos cuenta por las hojas amarillas con los nervios verdes, es importante corregir esta carencia aportando fertirrigación.
En junio, vimos las primeras bayas en formación, es importante seguir con los tratamientos contra oidio y mildiu, además de controlar la mala hierba para evitar que robe nutrientes a la viña.
Con el calor, en la época de julio debemos proteger los racimos de plagas y enfermedades, aplicando estimulantes como NPK con microelementos y aminoácidos. La aplicación de estos productos ayuda a superar golpes de calor.
¡Comenzamos la época de envero! En el mes de agosto, comenzamos un momentos de especial cuidado donde la acumulación de azúcares y taninos provoca el cambio de color en las bayas. es importante seguir tratando frente a las enfermedades, en zonas muy sensibles, como Galicia, se suele seguir realizando aplicaciones de cobre.
Septiembre estamos en plena fase de recolección o vendimia, en esta fase aún hay que seguir tratando la podredumbre gris. la humedad y las lluvia que traen este mes suelen albergar picos altos de pluviometría, obligando a no descuidar los tratamientos foliares, ya que podemos perder un gran volumen de la producción.
En octubre, todavía podemos vendimiar en variedades tardías, es importante no descuidar las mismas condiciones que se ocasionan en el mes de septiembre.
¡Últimas recolecciones y tratamientos en la viña! en el mes de noviembre, aún podemos ver la recolección de variedades tardías, después de las últimas recolecciones, podemos hacer acopio de materia orgánica para conseguir restablecer los balances nutricionales del suelo.
¡Diciembre es mes de descanso! las viñas quedan deshojadas esperando a la época de la época y el reinicio del ciclo.