¿Cómo afectan las heladas?
Aunque el invierno es la época con más heladas, el mayor de los problemas llega en primavera. Este fenómeno supone un problema importante para la mayoría de los cultivos, y más en primavera, ya que, muchos frutales florecen.
Las heladas pueden tener diferentes consecuencias según su intensidad y el estado de cultivo.
Diferentes tipos de heladas
Las heladas son una conjunción de varios factores (cielos despejados, aires fríos y densos…), estos factores determinan la temperatura del aire y del suelo, siendo inferior a los 0ºC.
Heladas de radiación:
Este tipo de heladas se producen al caer la noche con el cielo despejado, haciendo las pérdidas de energía por radiación infrarroja hacia la atmósfera más elevadas, y las temperaturas de la superficie más baja.
Heladas de advección
Este tipo de heladas se pueden producir en cualquier momento durante el día, producidas por la invasión del aire frío, con la temperatura inferior al punto de congelación.
Heladas de evaporación
Este tipo de heladas son producidas cuando el agua que recubre los cultivos se evapora, causando la disminución de la temperatura de la planta.
Métodos de control Antiheladas
Cuando se piensa en un control frente a las heladas, es importante tener objetivos claros para combatir este tipo de fenómeno. El principal objetivo de control es la creación de un microclima alrededor del cultivo, evitando así las heladas.
Este tipo de protección se realiza a través de Las Torres Antihelada EOLE, sistemas capaces de proteger hasta 7,2 hectáreas, hasta -6ºC.
Éste método se utiliza sobre todo para Heladas radiantes, cuando hay una caída repentina de la temperatura debido a la irradiación de los cultivos y del suelo, haciendo que el aire circundante se enfríe rápidamente, este aire se sitúe en las zonas más bajas del cultivo causando daños por heladas.
El sistema Antihelada, se activa de forma automática y gracias a sus sensores de temperatura, cuando se alcanzan los 0,5ºC positivos, este sistema utiliza el aire más caliente de la capa superior, y lo propulsa hacia la superficie, creando un microclima y protegiendo los cultivos frente las heladas.
