¿La agricultura seguirá siendo el pilar fundamental en el que sustente la alimentación global? Una pregunta que tras los últimos acontecimientos nos hemos hecho algunos, y es que con la situación tan compleja de aumento de los costes, la venta de los cultivos tan escueta y si le añadimos los fenómenos meteorológicos que pueden tener los cultivos si los agricultores no adquieren sistemas especializados frente a estos.
Según estadísticas, en menos de 15 años la población mundial habrá crecido hasta ocho mil millones, poniendo en punto de mira la agricultura, siendo el pilar fundamental para la alimentación para toda la población.
¿La agricultura seguirá siendo industrializada o estaremos más cerca de la orgánica?
Las respuestas, ante la situación planteada anteriormente, se ven paralelamente reflejadas con el cambio climático, y es que este fenómeno está haciendo estragos en las labores agrícolas y cada vez más las explotaciones deben ampliar la producción de una manera sostenible para el medio ambiente, el modelo que actualmente conocemos, cada vez está más ineficaz.
Una de las propuestas que se han planteado es la smartfarming, un concepto de gestión agrícola que usa tecnología para aumentar la cantidad y calidad de los productos agrícolas. Optimizando su producción y haciendo más sostenibles, los GPS, el escaneo del suelo o sistemas Antigranizo/Antihelada se ponen al servicio de los agricultores.
Otra tecnología puntera que se está empleado, son los robots. Estas máquinas se utilizan en la consecución de labores pesadas como la carga de mercancía, recolectando productos o incluso con el riego y el cuidado de los animales.
Otra de las propuestas que se está investigando es la granja vertical, invernaderos de varias plantas de altura en las que las líneas de plantación están una encima de otra. Estructuras que se empleará disoluciones agrícolas en vez de suelo de cultivo.
Todas estas tecnologías transformará la manera como vivimos, producimos y los modelos de negocio. Para la próxima década, las novedades son más futuristas, y es que según hemos estado comentando, nuestros campos serán atravesados por robots y drones, capaces de recoger datos hasta cuidar los cultivos con mucha más precisión. Pero ahora bien, ¿Estamos preparados para tantos grandes cambios?